la conejita
sopesas mi sabor con anhelo,
mas seré yo quien te devore
el lobo, astuto, a la conejita sigue,
agazapado, esperando su momento.
mis colmillos, afilados, se hundirán,
en tu piel impasible, firme como el roble.
¿derretirá tu corazón de cristal,
o lo hará añicos en su fragilidad?